La situación se complica para el presidente regional de Áncash, César Álvarez, y es que la procuraduría anticorrupción lo considera el líder de una organización criminal integrada por 16 personas.
Como se recuerda Álvarez es acusado de ordenar la muerte de sus adversarios políticos en Áncash así como el mal uso de fondos públicos.
Según el documento difundido por Peru 21, la cúpula estaría conformada por el alcalde del Santa, Luis Arroyo Rojas; los congresistas Heriberto Benítez Rivas y Víctor Crisólogo Espejo; el abogado Rodolfo Orellana Rengifo; el empresario Martín Belaunde Lossio, y Jorge Burgos Guanilo, encargado de la imagen del titular ancashino.
La autoridad regional –señala el documento– habría autorizado “el empleo de sicarios para amedrentar y/o eliminar a sus adversarios políticos, denunciantes o testigos de los hechos criminales y habría utilizado a testaferros para ingresar dinero mal habido a la economía (…) simulando no tener ningún bien registrado a su nombre”.
De igual forma, añade el escrito, “habría dispuesto la compra de periodistas y el soborno de autoridades policiales, fiscales y judiciales para garantizar su poder e impunidad”.
En el documento, la Procuraduría solicita a la Fiscalía Provincial Anticorrupción del Santa que se pronuncie sobre su pedido de ampliación de la investigación preparatoria del 23 de abril pasado.
Para los abogados del Estado, Álvarez debería ser procesado por los presuntos delitos de asociación ilícita para delinquir, interceptación telefónica, peculado doloso, cohecho pasivo propio y encubrimiento personal.