Lula y Dilma (Foto OGlobo)

El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva asumió hoy jueves como primer ministro de la Casa Civil, en una ceremonia en el Palacio de Planalto, junto a la presidenta del Brasil Dilma Rousseff.

Pero el nombramiento de Lula no duró mucho y es que una inesperada decisión de la Corte Federal en Brasilia suspendió el actor de asunción que encabezó la presidenta Dilma Rousseff.

La decisión es provisional (preliminar) y fue firmada por el juez de la 4ta. Corte Federal Itagiba Catta Preta Neto, que entiende que existe la sospecha de la comisión por el crimen de responsabilidad Dilma. El juez recibió una demanda colectiva presentada por el abogado Enio Meregali Junior.

La juramentación de Lula es polémica pues existe un pedido para que vaya a prisión por estar implicado en el caso Lava Jato así como la compra de un inmueble y el cargo que ocupa le permite estar protegido por el beneficio de la inmunidad y no irá a prisión.

Tras júramentar Lula, el diputado Mayor Olimpio (SD-SP) gritó «vergüenza» y de inmediato quedó detenido por los guardias de seguridad del palacio y abucheado por los presentes.

La inauguración tuvo lugar un día después de que el juez federal Sergio Moro, responsable de los procesos de lava Jato, en primera instancia, la eliminación de la confidencialidad de las llamadas del ex presidente Lula interceptada con autorización judicial.

A los cuestionamientos se suman las recientes escuchas telefónicas entre Lula y Dilma donde se revela un diálogo para garantizar la impunidad del expresidente.

la presidenta Dilma Lula llevaría a Lula al ministerio con el fin de fortalecer el gobierno y ayudar en la recuperación de la base de apoyo de la Casa Presidencial en el Congreso. 

En opinión de los líderes de la oposición, es evidente que Lula aceptó el nombramiento con el fin de tener espacio privilegiado y responder ante el Tribunal Supremo (STF) y no por Sergio Moro, juez que lo llevaría a prisión.

Los abogados del ex presidente clasifican la medida como «arbitrariedad» mientras el gobierno, a través de un comunicado emitido por la Secretaría de Comunicación Social, dijo que el juez Moro violó la ley, e hizo algo considerado como «una vergüenza» y violación de los derechos y garantías de la Presidencia y afectación flagrante de la ley y Constitución de la República «.

Junto a Lula, también tomaron posesión los nuevos ministros de Justicia, Eugenio Aragão, y de Aviación Civil, Mauro Lopes. 

Además, la evaluación de los aliados fue que, como ministro, Lula podría actuar como una suerte de operador político, ayudando al diálogo con el Congreso Nacional, los movimientos sociales y los partidos, y preparar propuestas para que el país supere la crisis económica. 

Estas presiones sobre él se intensificaron en las últimas semanas, después de que la Policía Federal inicie la fase de la Operación 24 del caso Lava Jato, que pone a Lula como el objetivo principal.

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