A partir de los 6 meses de edad, etapa donde se inicia la alimentación complementaria, los padres ya pueden incluir en la dieta de sus bebés el pescado. Este alimento favorecerá el desarrollo de su inteligencia y contribuirá a prevenir la desnutrición y la anemia.

Así lo afirma D’Janira Paucar, nutricionista del Programa Nacional “A Comer Pescado del Ministerio de la Producción, quien explica que luego de los 6 meses ya no es suficiente la leche materna para cubrir las necesidades nutricionales del bebé. Por eso, el pescado, sobre todo el de carne oscura (bonito, caballa y jurel), aportará proteínas, vitaminas, minerales y omega 3.

Luego de los 6 meses se le puede dar al bebé 3 a 5 cucharadas de papillas o purés, de las cuales 1 o 2 cucharadas pueden ser de pulpa de pescado sancochado sin sal cuidando de haber retirado las espinas.

«Se puede iniciar con dos comidas al día, sumadas a la leche materna y un puré de frutas”, explica la nutricionista.

En el caso de los bebés de 9 a 11 meses, se les debe brindar de 5 a 7 cucharadas de alimentos finamente picados, de las cuales 2 cucharadas pueden ser de pulpa de pescado. A partir del primer año hasta los 2 años, los infantes ya pueden consumir de 7 a 10 cucharadas de segundos de la olla familiar, de las cuales 2 pueden ser de pescado.

La especialista señala que un puré para bebés de 6 a 8 meses puede prepararse con 2 cucharadas de papa sancochada, media cucharada de zanahoria sancochada y 2 cucharadas de pulpa pescado cocido, así como 1 cucharadita de leche materna y media cucharadita de aceite vegetal. La introducción del pescado debe ser gradual y probando la tolerancia. Si hay antecedentes de alergias familiares se recomienda consultar al pediatra.

Los alimentos deben prepararse y administrarse en condiciones higiénicas seguras, que permita reducir al mínimo el riesgo de contaminación. Por eso, es importante el lavado de manos antes y después de preparar los alimentos.

La nutricionista recomienda a los padres tener mucho cuidado al momento de comprar pescado fresco.

«Compre pescado donde se exhiba sobre una mesa cubierta con hielo. Los signos de un pescado fresco son ojos brillantes y saltones, piel brillante y firme, agallas rojas y un olor agradable a mar”, indica D’Janira Paucar.

Administrador de contenidos de Grupo Periodismo en Línea

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