En medio de la crisis económica que azota a varios países de Europa, el desperdicio de alimentos ha cobrado preocupación, tanto que el Parlamento Europeo aprobó un informe para encaminar reformas urgentes que reduzcan el desperdicio de comida a la mitad para el año 2025.
Una de las propuestas contempla que los comerciantes reduzcan el precio de los alimentos frescos por debajo del coste de producción cuando estén próximos a la fecha de caducidad, con el fin de reducir la cantidad de alimentos no vendidos que se tiran.
Según el texto aprobado, el 18% de los consumidores no comprende la frase ‘consumir preferentemente antes del…’ que aparece en los envases de determinados productos. Por ello, la Eurocámara pide a la Comisión Europea que obligue a los estados miembros a aclarar el sentido de este tipo de leyendas para reducir la incertidumbre de los consumidores respecto a si un alimento es comestible o no llegada esa fecha.
Una alternativa que proponen los eurodiputados es poner dos fechas en cada envase: una para el límite de su venta y otra para el límite de consumo.
Según algunas estadísticas difundidas por el Parlamento Europeo, los europeos tiran a la basura la mitad de la comida que compra cada año. En total, 89 millones de toneladas. O lo que es lo mismo, 179 kilos por cada habitante.
Mientras en Europa el despilfarro de comida es alarmante, 79 millones de sus habitantes viven bajo el umbral de la pobreza y 925 millones de habitantes del planeta corren riesgo de desnutrición. El informe aprobado por el Parlamento Europeo quiere reorientar los programas de distribución de alimentos entre las personas más desfavorecidas.