Luis Iparraguirre

Luis IparraguirreSé que es muy tarde para mandarte algo de comer. Calculo (fácil me equivoco) que ya almorzaste algo adentro. Así que, tomando en cuenta la hora, te estoy enviando una comida que lo puedas guardar para la noche y te lo puedas comer fría, sin ningún problema. Es una ensalada alemana con trozos de pollo y arroz blanco. Todo eso se puede comer sin calentar.

Luis IparraguirreSé que es muy tarde para mandarte algo de comer. Calculo (fácil me equivoco) que ya almorzaste algo adentro. Así que, tomando en cuenta la hora, te estoy enviando una comida que lo puedas guardar para la noche y te lo puedas comer fría, sin ningún problema. Es una ensalada alemana con trozos de pollo y arroz blanco. Todo eso se puede comer sin calentar.

Hoy, vino mi abuela. No sabes la fuerza que tu mamá nos transmite a todos. Es un ángel. Un roble. Yo le digo, estúpidamente, tienes que estar tranquila, no tienes que preocuparte. Y ella, mirándome extrañada, me dice: ¡Qué!, yo ni una lágrima he botado. Esto es de hombres, y él es un hombre. ¡Ah! ¿Qué te parece? Luego dijo, si lo vez, dile que estoy molesta porque se ha cambiado de casa y no ha dicho nada. Primero vive aquí y ahora vive allá. Y nos reímos mucho. Todos, nos reímos mucho. Sin embargo, y creo que no hago mal en contarte esto, me dijo también, que cuando le llegó la noticia (por un descuido tonto en realidad, porque la idea original era que no se entere) sí le chocó un poco, ella me dijo que intentó tranquilizarse, pero luego comenzó a pensar y pensar, creyó que te iban a pegar o golpear dentro del penal. Y allí se puso un poco triste y preocupada. Pero ¿sabes lo que hizo? Fue, en la oscuridad, a la farmacia que está cerca de su casa, y le dijo al farmacéutico, señor, buenas noches, déme algo para la pena. Fue muy chistoso y conmovedor. Le dio dos pastillas (por las cuales pagó tres soles), y le recomendó que se la tome con agua de manzanilla y que duerma. Y así fue. Ahora está muy tranquila. Está muy relajada.

Mi opinión, y se la he dicho a todos, es que nadie tiene que ocultar lo sucedido. Nosotros no tenemos que estar avergonzados de nada. Lo que está pasando (tu condena) es una injusticia y una arbitrariedad. Nunca se ha cometido ningún delito como para bajar la cabeza y ocultarse. La frente está en alto. Y todos estamos orgullosos de ti antes, durante y después de todo esto. Tu integridad está incólume. Tu prestigio es el mismo. La injusticia caerá. Tranquilidad y sobriedad, es lo que en estos momentos se requiere.

Necesito que me confirmes todo lo que quieres para que, dentro de lo posible, hacer tu estadía menos jodida. Poco a poco te estarás acoplando a esta vida. Y poco a poco, tendrás nuevas necesidades. Esas necesidades me las tienes que transmitir para poder satisfacerlas, de alguna forma. Tengo que tener claro, los días de visita, repito, ya que mi mamá quiere ir todos los días a verte. Creo que mañana, sábado, van las mujeres. Eso harán todas. Mi mamá, mi abuela, mi tía y otras más. Yo iré el domingo, con todos los varoncitos. A ver si nos damos un abrazo.

Por estar en todo esto, no he estado atento a la prensa. Sin embargo, tu nombre salió, el día de tu detención, en El Comercio. Por este medio, se enteró Milagros Rumiche, la amiga redactora de política de Correo, que se sorprendió. Te manda saludos. Todo su apoyo moral, y la convicción, clarísima, que es toda una injusticia de parte del gobierno. Que la justicia peruana es una mierda. Le dije, que no se divulgue más esto, como si fuera un chisme. Pero que ninguno de nosotros lo tomamos como una vergüenza, ya que nadie ha hecho algún acto delictivo. Que todo es una injusticia, que tu integridad moral está integra. Ella dijo y opinó lo mismo.

Tengo que decirte, además, que las muestras de solidaridad de muchas personas son muy conmovedoras. Martín y la congresista Martha Moyano se están portando muy bien. Al igual que los vecinos, amigos, toda la familia. Muchas personas no dejan de llamar.

Como comprenderás, tu aporte económico en casa, era básico. Es así que tenemos que tomar, en aquí, algunas medidas. Jean, mi hermano, está dispuesto a trabajar y suspender sus estudios. No aportará mucho, le dije, ya que, como nunca ha trabajado, no le pagarán lo que se quisiera. Pero él está dispuesto. Temeroso, pero dispuesto. Yo, pues veré qué hago. Algo haré. Y es que, al igual que tú, esta mala noticia nos ha caído de sorpresa a todos. Nuestra ingenuidad fue exagerada y estúpida. No solo cuenta sabernos inocentes. No solo cuenta demostrar la inocencia. Es un juicio político, por ende, no es un juicio justo.

Me tienes que decir, si te puedo pasar los diarios o revistas del día o de la semana. Si puedo ir a cualquier hora a dejarte esas cosas. Te estoy enviando un limón cortado y mayonesa, para acompañar a tu ensalada alemana y tu hamburguesa, que mi mamá exigió que te pongan.

Te estoy mandando, además, tus sandalias, short, toallas, cepillos, pasta dental. Te estoy enviando un libro, un block, un lapicero con los cuales podrás escribir. Creo que es una buena forma de pasar el tiempo, escribiendo.

Te amo, papá. No estás solo. Nunca estarás solo. Todos estamos contigo. Todos. Sin embargo, en estos días, cuando la luz se apague, fácilmente llegará la tristeza. Fácilmente querrás llorar. Pues es muy normal. Es muy humano. Sin embargo, la grandeza de un hombre está en saber sobreponerse, y seguir avanzando. Como me decías de niño, mientras lloraba en el suelo, luego de una caída ¿Recuerdas? No dejes que la tristeza domine tu estadía. Piensa en ti. Recapacita sobre ti. Planifica un futuro hermoso para ti.

Cristian, mi hijo, tu nieto, sigue hermoso. No entiendo como puede ser mi hijo. Ya que soy tan feo. Sin embargo, tiene tus ojos, tu sonrisa y tu carácter firme y encarador. Es todo un Iparraguirre. No hay duda. Recuerda, que tu tranquilidad, es la nuestra. Tu salud es nuestra salud. Si tu estás mal, pues nosotros también. No te preocupes más por nosotros. Preocúpate por ti. Por favor.

Creo que eso es todo. Han sido, para nosotros, días muy largos y dolorosos. Pero vendrán días mejores. La esperanza está intacta. El amor es más grande que nunca. Y eso, ningún juez y ningún presidente, lo impedirá. Un saludo, papá. Todos mis amores, besos y abrazos para ti. Mi corazón y el corazón de todos tus amigos y familiares, están contigo. Siempre. Chau.

Y arriba Alianza. No jodas, gallina!

Luis Ipa

Administrador de contenidos de Grupo Periodismo en Línea

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