Por disposición expresa del hoy preso ex presidente de la República Alberto Fujimori se debía entregar un presupuesto adicional al Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) para acciones de carácter secreto, revela un decreto supremo de carácter secreto del 1º de octubre de 1991 y que difundieron deudos de las víctimas de las matanzas de La Cantuta y Barrios Altos.
Por disposición expresa del hoy preso ex presidente de la República Alberto Fujimori se debía entregar un presupuesto adicional al Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) para acciones de carácter secreto, revela un decreto supremo de carácter secreto del 1º de octubre de 1991 y que difundieron deudos de las víctimas de las matanzas de La Cantuta y Barrios Altos.
Según publica hoy el diario "La República", estos documentos fueron encontrados el 2002 en los archivos del Ministerio de Economía y Finanzas y remitidos al Congreso de la República para su evaluación. Los decretos supremos y sus anexos se encuentran casi olvidados en el Congreso. De allí los han rescatado los abogados de la parte civil.
Mediante el Decreto Supremo Nº 286-91-EF, con el rótulo en parte superior de un sello de secreto, se autorizó la transferencia de una partida por S/. 210 mil al Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), con cargo a la reserva financiera del MEF. La resolución lleva las firmas de Alberto Fujimori Fujimori y el entonces ministro de Economía y Finanzas Carlos Boloña Behr.
Entre los documentos que sustentan ese decreto supremo se encuentra el oficio Nº 119-91-SIN-11.B/13-06-02, que el jefe del SIN Julio Salazar Moroe remite al viceministro de Hacienda Alfredo Jalilie Awapara.
Salazar indica que la transferencia que se solicita es por disposición expresa del presidente Fujimori, lo que permitiría demostrar que el entonces presidente debía estar enterado de todas y cada una de las actividades secretas que realizaba en la lucha contrasubversiva.
La fecha del documento también es significativa: octubre de 1991, es decir, un mes antes de que el destacamento de operaciones especiales Colina, al mando del mayor Santiago Martin Rivas, incursionara en un solar de Barrios Altos en Lima y asesinara a 15 personas asistentes a una pollada.
Esa fue la primera acción de Colina en Lima y, como demuestran estos documentos, la operación fue financiada con presupuesto especial asignado al SIN con autorización de Alberto Fujimori.
