Hace días una desconocida reportera de televisión me saludó como si me manyara de años. “Pensé que estabas muerto” me dijo sonriente. Le devolví el gesto fingido e hice como si no escuché nada. Continué trabajando pero ella decidió contraatacar. Y que fue de tu vida? te casaste?  Para finalmente rematar, siguió una frase a la que estoy casi acostumbrado: porqué engordaste, Ysmael!

Ysmael Tasayco
[email protected]

Hace días una desconocida reportera de televisión me saludó como si me manyara de años. “Pensé que estabas muerto” me dijo sonriente. Le devolví el gesto fingido e hice como si no escuché nada. Continué trabajando pero ella decidió contraatacar. Y que fue de tu vida? te casaste?  Para finalmente rematar, siguió una frase a la que estoy casi acostumbrado: porqué engordaste, Ysmael!

Ysmael Tasayco
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Mucha gracia no me hicieron sus comentarios. Aunque – hipócrita como soy – respondí complacido cada una sus interrogantes. De mi vida privada no hablo, trabajo en TV Perú los fines de semana, y desde hace dos años  me gano las menestras como profesor de comunicaciones. Y no, no me he casado. Mas bien me cazaron… con “z”. Ah, otra cosa, soy feliz con mis 14 kilos de sobrepeso.

Acto seguido me dijo que me recordaba de América y ATV Noticias, pero donde más me conocía era de “Páginas en Blanco”. De Periodismo en Línea. O sea la página del Chato Manco para ser más específicos. La verdad no creí que hubiera gente que me recordara por escribirle a mis amores, a mis demonios, a mis alumnos, a mi perro. Pero, como la vida te da sorpresas, esta muchachita cuya nombre, ni rostro recuerdo, creía saber todo sobre mi vida, porque me había leído. Pobre.

En vano le expliqué que cuando escribo mezclo realidad y fantasía. Hechos concretos e historias alucinadas. Casos de la vida real y huevadas mías. Pero no, no me creyó. Insistía en llevarme a un sicoanalista. En cederme su hombro para que pudiese llorar. Antes de despedirse me dejó su número y me advirtió que por más solo que me sienta, no haga locuras, que la llame si era necesario.

En vista de tamaña equivocación de esta profesional del micrófono, decidí echarle un vistazo a la página y veo que el chato desalojó mis artículos del espacio asignado a los columnistas. Piconazo como también reconozco ser, me decido a escribir y decir adiós. No sin antes, contarle – a manera de despedida – lo que estuve haciendo estos meses, que me alejé de este espacio en la que cada semana me divertía de lo lindo.


– Me dediqué de lleno a disculparme con todas aquellas damas  a quienes en algún momento incomodé, insulté o hice llorar.
– Cambié el pollo a la brasa de metro y las papas fritas (sabor a pimienta) por la causa a la parrilla y maní salado bañado con galleta crocante.
– Continué – incesante y casi compulsivamente – escribiendo el libro que no pienso publicar nunca.
– Conseguí enamorada.
– Me metí de cabeza en un equipo de campaña con miras a las próximas elecciones.
– No escribía para esta página, pero lo hacía para otra de noticias de Cañete, que es la provincia donde nací.
– Me endeudé con el BCP. (Han visto el comercial de siete veces tu sueldo?)
– Viajé mucho y me divertí más. Arequipa, Trujillo, Cajamarca, están entre las mas recordadas.
– Seguí esforzándome  para hacerla de profesor, aunque el periodista casi siempre termina saliéndose por los poros.
– Me arrepentí de todo lo malo y prometí firmemente volver a hacerlo.
– Terminé con mi enamorada. Esta bien… ella terminó conmigo.
– Dejé la cerveza y las malas noches. Las cambié por mujeres y buenas noches.
– Etc, etc, etc.

A estas alturas del partido es imposible poder esquivar los malos deseos y miradas amenazantes de gente que odia que escriba por aquí. Resulta imposible amistarme con la decencia de aquellos que prefieren algo educativo en lugar de mis tristes historias. Por eso, me arranco, me despido, me quito.

Gracias a todos los que me escribieron y reclamaron que siga escribiendo, pero considero que es mejor emprender honrosa fuga. Gracias Ana María, Claudia, Lourdes, Eduardo, Andreita y Ermo. Gracias Toño Manco por la paciencia y el espacio brindado. Quizá algún día volveré. Quizá no. Esta es la despedida del guerrero. Pero no me iré sin hacerles saber que ahora mismo puedo permitirme morir tranquilo. Feliz. Y no es broma. Esto último sea quizá lo único cierto que les conté en mis historias.

Un abrazo.  

 

Nota del editor:


Estimado Ysmael Tasayco, comunicarle a través de la presente que usted nunca fue despedido de este portal sino que ya no aparecía en portada, por la sencilla razón que desde hace mucho tiempo no envía sus publicaciones en la sección opinión.. Como verá, en la portada aparecen sólo los últimos diez articulistas que escribieron de los quince que habitualmente publican. Así,  nuestra última articulista la Sanmarquina Nikita Shardín, dejará la portada para darle pase a usted -por la razón antes mencionada- pero no porque esté despedida .

Por medio de la presente renovamos nuestra confianza y esperamos sus siempre picantes artículos, a la vez saludamos su valor de no vetar ciertos comentarios de mala leche, con insultos de altos vuelo, que suelen aparecer en sus polémicos artículos.

A la vez informarle que antes de la quincena de marzo tendremos nuevo diseño, además usted recibirá un usuario y contraseña para sus publicaciones y un correo electrómico @periodismoenlinea.org al igual que los demás columnistas.
  

Un gran saludo y agradecimiento, esperando su pronta respuesta

Administrador de contenidos de Grupo Periodismo en Línea

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