La situación se complica para Carlos Antonio Navarro Fernández (25), uno de los sospechosos de haber asesinado al sacerdote puertorriqueño Linán Ruiz Morales (73) y su asistente Albany Águila Cruz (26).
La situación se complica para Carlos Antonio Navarro Fernández (25), uno de los sospechosos de haber asesinado al sacerdote puertorriqueño Linán Ruiz Morales (73) y su asistente Albany Águila Cruz (26).
Según un atestado policial presentado ante la Fiscalía Penal 52 de Lima, se basa en que las huellas dactilares halladas en la escena del crimen coinciden con las de Navarro.
Otro indicio contra el detenido, quien hasta hace cinco meses se desempeñó como asistente de Ruiz, son los chips de los celulares de las víctimas, cuyas señales permitieron rastrear su paradero hasta San Vicente de Cañete. Al cierre de esta edición, Navarro seguía en el Ministerio Público.
Fuentes de la Dirincri indicaron que si bien Navarro –investigado en el 2006 por el asesinato de un marino– negó haber cometido los crímenes, sí habría revelado la identidad del supuesto homicida. Asimismo, deslizó que el móvil del doble crimen habría sido el robo.
Esto desvirtúa la coartada de la madre de Navarro, Elisa Fernández, quien dijo que su hijo se hallaba en Cañete la noche del 27 de agosto, cuando asesinaron a Ruiz y Águila.