Juan Hidalgo

Un juez ordeno la publicación de la testimonial dada por el ex presidente Richard Nixon ante un Gran Jurado Federal que investigó las actividades criminales relacionadas al escándalo conocido como el “Watergate” y que motivó la renuncia de Nixon a la presidencia de Estados Unidos y cuyas vinculaciones exactas con el caso nunca se conocieron.

El magistrado en jefe del Distrito de Estados Unidos, Royce C. Lamberth tomó esa decisión ante una solicitud presentada por un historiador de la universidad de Wisconsin y algunas entidades culturales como la Asociación de Historia Americana y la Sociedad Americana de Historia Legal que consideraban de alto valor histórico el contenido de esas declaraciones y que el público tiene derecho a conocerlas.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos se opuso a la revelación de esas transcripciones obtenidas de las declaraciones de Nixon el 23 y 24 de Junio de 1975 ante dos miembros del Gran Jurado, un año después que renunció a la presidencia de Estados Unidos.

Posteriormente Nixon fue apartado del caso gracias a un perdón concedido por el entonces presidente Gerald Ford, lo cual no evitó que autoridades federales continuaran investigando los potenciales crímenes asociados al “Watergate”.

El profesor Stanley Kutler de la universidad de Wisconsin, quien presentó la demanda el 2010, señaló que estaba interesado en las transcripciones y grabaciones efectuadas a Nixon porque el entonces presidente testificó sin la presencia de abogados o alguna otra ayuda que podría protegerlo de algo. “Yo no sé lo que hay ahí y quiero ver lo que hay ahí”, refirió en ese entonces el catedrático.

El escándalo que puso fin a la presidencia de Richard Nixon comenzó con una ilegal intromisión en el local del Comité Nacional Demócrata localizado en una suite del hotel “Watergate” en 1972. Eventualmente las investigaciones revelaron un encubrimiento, la compra de silencio, una lista de enemigos de la Casa Blanca y el uso de empleados federales con propósitos políticos

Para el Departamento de Estado no se pueden salir a la luz dichas transcripciones bajo la premisa que los procedimientos utilizados por el Gran Jurado deben quedar en secreto pero el juez falló que el valor histórico de de las declaraciones es más importante.

“Esta corte confía plenamente que la revelación será muy beneficiosa para el público y su comprensión del caso “Watergate” sin comprometer la tradición y objetivos de la privacidad del Gran Jurado”, señaló el juez Lamberth, quien ordenó al gobierno estadounidense hacer transcripciones de las testimoniales de Nixon. Se conoció que el Departamento de Justicia está revisando el fallo del juez.

Teniendo en cuenta el equilibrio de poderes que rige la sociedad estadounidense conocido como checks and balances, el gobierno tendría que acatar el veredicto del juez a no ser que haya alguna apelación de por medio.

Este episodio de la historia norteamericana fue posible gracias al trabajo de los periodistas Bob Woodward y Carl Bernstein quienes con sus indagaciones y sucesivas publicaciones en The Washington Post lograron develar los entretelones del manejo del poder y a la vez contribuir a la historia del periodismo mundial.

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