Saldo trágico de 26 fallecidos en centro de rehabilitación de SJL

El año 2009, el suicidio del director del centro de rehabilitación Creo en ti, Rafael Castañeda Saco Vértiz, obligó a las autoridades del Ministerio de Salud (Minsa) a regular, fiscalizar y sancionar a los centros de rehablitación para drogadictos que funcionaban informalmente.

Pero lejos de cumplir esa función, sucesivas gestiones, incluída la actual, no han hecho nada al respecto, consecuencia de ello fue la reciente muerte de 26 internos del Centro de Rehabilitación «Cristo es Amor» revela el diario El Comercio.

Malena Pineda, representante de la Defensoría del Pueblo, indicó que a la fecha hay unos 400 centros de rehabilitación en el país y más de la mitad son informales. Muchos abren sus puertas apenas presentan la solicitud de su licencia de funcionamiento en la municipalidad y otros ni siquiera inician los trámites.

El Decreto Supremo 013-2006 del Ministerio de Salud establece que el concejo distrital debe regular que el local reúna las condiciones de seguridad para dar el servicio. El Minsa debe fiscalizar el cumplimiento del programa de rehabilitación y que el director técnico sea un profesional de la salud, con experiencia en tratamiento de adicciones.

Pero esto no ocurre. La mayoría de estos centros es dirigida por ex pacientes que optan por charlas religiosas en las que prescinden de médicos y terapeutas. “Cada vez que los inspectores del Minsa quieren fiscalizar, no les abren la puerta y les dicen que no son establecimientos de salud, sino cristianos, cuando lo que deben brindar a los internos es un servicio médico”, expresó Pineda.

Los funcionarios de Devida explican que si bien el decreto 013-2006 establece que todos los centros de salud, incluyendo los de rehabilitación, deberían estar certificados por el Minsa, no existe un reglamento sobre las características que dichos centros deben cumplir. Este documento debería establecer el tipo de profesionales, protocolo de tratamiento, características del local y otras condiciones.

Pedro Cáceda, presidente de la Asociación de Comunidades Terapéuticas del Perú (ACTP) , que reúne a unas veinte instituciones reconocidas, cuestionó que el Minsa no fiscalice los locales informales con el mismo énfasis que supervisa los que sí tienen licencia.

“Existen varias modalidades de atención. Están los hospitales que dan atención ambulatoria o internamiento, las comunidades terapéuticas y centros de rehabilitación y hay privados que trabajan en otro enfoque de readaptación, pero todos necesitan ser regulados”, dijo.

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