Nunca antes la Playa de Copacabana logró reunir a tanta gente y la ocasión no era menos especial, pues todos esperan al Papa Francisco quien participa de la vigilia en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud en Río.
Su santidad recorrió la ciudad en medio de millones de fieles que pugnaban por verlo y quizá abrazarle.