Nadal superó desde todo ángulo y avanzó a la final de Melbourne.

El tenista español Rafael Nadal (1° ATP) clasificó por tercera vez a una final del Abierto de Australia,  tras pasar por encima del suizo Roger Federer (6° ATP), a quien venció claramente por  7-6 (4), 6-3 y 6-3 en un partido que duró dos horas y 24 minutos.

A pesar de existir un tie-break dentro del marcador, el partido fue absolutamente del lado del español, ya que Nadal dominó desde el fondo de la cancha basado en su velocidad para llegar a cada pelota, en la potencia de sus golpes buscando los angulos para mantener al helvético lejos de la red, cargando el juego muchas veces sobre el revés del suizo y por su no menos conocida extraordinaria defensa que ayudó a generar un buen número de chances de quiebre. En suma, fue el español quien manejó el partido, mostrando agresividad en todo sentido.

A su vez, el tenista suizo  empezó de manera correcta el match, originando puntos cómodos a través de su saque y volea en la red, ya que trataba de evitar los puntos largos. Durante el partido, Federer no estuvo fino, cometió varios errores forzados (el doble que su rival)  y ya en medio del primer episodio fue cediendo poco a poco ante un inspirado y sólido Nadal.

El primer tramo fue el más parejo, aunque el español (que no aprovechó la oportunidad para “robarle el servicio a Federer y así colocarse 4-3) recién pudo inclinar la balanza a su favor cuando se adjudicó el tie-break. Cabe indicar que el mallorquino no usó vendaje (lo hizo a partir del siguiente parcial) para bajar la intensidad del dolor a consecuencia de las ampollas en su mano izquierda.

Nadal hacia lo imposible posible, pues obtenía puntos increíbles, que normalmente son para el rival. El corazón, la fortaleza mental y física, el espíritu, y el amor al tenis – creo yo – hace que el español llegue y responda pelotas con tanta precisión que otro tenista simplemente no podría.

Recién en su octava oportunidad de break, Rafael Nadal, consolidó la diferencia a su favor para tomar ventaja de 4-2 sobre el segundo parcial y finalmente manejar dicha diferencia para colocarse a un paso de la final.

Nuevamente el 1 del tenis mundial se adelantaría en el último episodio cuando vulneró el servicio de un desconcertado Federer,  que sin embargo, sacó a relucir un instante de magia y solidez para igualar de inmediato.

El desenlace del partido se mantendría igual, es decir, Nadal exhibiendo mucha superioridad sobre Federer, tanto así,  que lograría quebrar su saque  con absoluta firmeza en el séptimo y noveno juego, lo que derivaría en el triunfo del manacorense.

La final se desarrollará el domingo entre Rafael Nadal y el también suizo Stanislas Wawrinka (8° ATP), siendo favorito indiscutible el español (record de 12-0 en enfrentamientos frente al helvético).

A favor de Wawrinka, está el hecho de que eliminó del torneo al serbio  Novak Djokovic (cuartos de final) y el checo Tomas Berdych (semifinales), por lo que tiene derecho a ilusionarse con dar una nueva sorpresa y obtener su primer Grand Slam de su carrera.

Por: Luis Miguel Guerrero.

Periodista (redactor y reportero) de www.enlinea.pe

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