En dos horas y 41 minutos de tiempo efectivo, el español Rafael Nadal (1° ATP) se deshizo de un duro adversario como el británico Andy Murray (7° ATP), al que venció por 1-6, 6-3 y 7-5. De esta forma, el líder de la Asociación de Tenistas Profesionales avanzó a las semifinales del Masters 1000 de Roma, torneo que ha ganado en siete oportunidades y cuyo título lo tiene en vigencia.
En el inicio, el tenista escocés se mostró letal, contundente y avasallador para concretar cinco games seguidos en su cuenta, ante un Nadal errático y sin respuesta, que no pudo hacer nada para impedir el amplio dominio de su adversario,
Los papeles cambiarían en el segundo tramo, pues el defensor del título levantó su nivel, arriesgó y comenzó a desplegar su jerarquía para encaminarse hacia un 4-1 que le daría la tranquilidad necesaria para administrar la ventaja e igualar las acciones.
Ya en el último episodio, no tuvo dominador nato, aunque siempre Murray fue el que más propuso en cuanto a juego ofensivo, pero se encontró con un Nadal que dentro de estrategia de esperar las decisiones de su rival, apeló tanto a su gran físico (potencia de piernas), excelentes devoluciones y respuestas letales.
El británico marcó la primera distancia al colocarse con 4-3 arriba tras romperle el saque a número de la ATP que de inmediato le devolvió la gentileza a Murray para igualar a cuatro. Anteriormente se habían quebrado el servicio al inicio del set definitivo.
La efectividad de Nadal se puso de puso de manifiesto en el onceavo game, donde con mucha inteligencia puso en aprietos al escoces con su muñeca izquierda, situación que lo llevó a consolidar otro break point gracias al error de doble falta cometida por Murray.
El vigente campeón del torneo dominó el último game sin mayor apremio para sellar su clasificación a semifinales y enfrentar en dicha instancia al búlgaro Grigor Dimitrov (12° ATP) que venció por 6-2 y abandono al tenista alemán Tommy Haas (15° ATP)
Mientras tanto, el serbio Novak Djokovic (2° ATP) consolidó su pase a las semifinales de Roma tras imponerse en un partido de más de dos horas y media al español David Ferrer (5° ATP) con parciales de 7-5, 4-6 Y 6-3.
Fue un partido intenso, donde el vencedor dominó la mayor parte del cotejo a través de golpes potentes, aceleraciones y firmeza para ganar los puntos largos. El hecho de tomar el protagonismo, hozo que Djokovic también cometa errores en el duelo, siendo aprovechado por un combativo tenista ibérico que siempre luchó y complicó en todo momento a su rival.
Djokovic – campeón del torneo en los años 2008 y 2011 – tuvo un aliado importante en la devolución, hecho que lo llevó a colocarse 5-2 a favor en el arranque. Luego, Ferrer sacó fuerzas para igualar a cinco, pero finalmente el balcánico volvió a tener claridad para quebrar y lograr adjudicarse el primer episodio.
El servicio, devolución y la potencia de Ferrer para pegarle a la bola le traería grandes réditos, toda vez que en el séptimo game del segundo parcial vulneró el saque del balcánico (4-3) para encaminarse hacia la igualdad.
En el último set ambos deportistas se alternaron los quiebres (el serbio para adelantarse 2-1 y el español para igualar 3-3). Luego la mayor jerarquía de Djokovic prevalecería para consolidar los siguientes tres juegos y de esa manera sellar su pase a la siguiente fase, en donde enfrentará al canadiense Milos Raonic (9° ATP) que derrotó por 6-3, 5-7 y 6-2 al francés Jérémy Chardy.
Por: Luis Miguel Guerrero.
