Rostros inocentes, víctimas de la imprudencia de un chofer. El diario Magdalena difundió hoy la lista de los 33 niños que murieron ayer domingo trágicamente tras el incendio de un autobus que los trasladaba desde una iglesia del municipio Fundación en Colombia.
Las víctimas tenían entre 2 y 10 años y lamentablemente no pudieron salvarse pues una explosión en el motor del bus, provocó que las llamas se extendieran a lo largo del vehículo.
Los niños que fallecieron fueron identificados como: Yireth Carolina Molano Manjarres, Michael Quintero Cantillo, Andrea Carolina Quintero Cantillo, Yerison Terraza Quintero, Cherlis Dayana Terraza Quintero, Breiner José Rocha Torregrosa, Lucas José Rocha Torregrosa, Jesús Bolaño Solís, Bladimir Otero, Belkis Gómez, Charlie Surley Barrios Roa, Selena Urbina Díaz, Claudia Meza Molina y Eylen Fernanda García García.
El listado se completa con Dana Paola Daza Sierra, Keisi Escobar Martínez, Manuel Johan Hernández Castro, Tahilin Michael Hernández Castro, Marina Yireth De La Hoz, Keiver Erazo Durango, Yelena Patricia Otero Movilla, Kenner Fernández Fontalvo, Luznay De La Cruz Fontalvo, Eylen Bonnet Meza, Luisa Fernanda Tapias, Yesireth Johana De La Hoz y Marina Toncel Arévalo.
Todavía hay seis niños que no pudieron ser identificados por sus padres. La última víctima identificada como Antonio José Pavón Mozo, de siete años, murió hoy pues tenía quemaduras en el 92 por ciento de su cuerpo.
IMPRUDENCIA. Las primeras informaciones coinciden en que el conductor habría manipulado gasolina en el interior del vehículo. «Esa es una versión que se maneja acá por parte de las personas que estuvieron cerca (del accidente) y de los niños que están en los hospitales de Fundación», dijo la alcaldesa de Fundación, Luz Estella Durán.
Según la Fiscalía General, «el conductor del bus, antes del accidente, habría realizado la conversión de gas a gasolina del vehículo, mientras los niños se encontraban al interior de este. No obstante, las causas de la explosión son objeto de investigación».
También será inculpado un abogado, que no sólo hace parte de la iglesia pentecostés donde asistían los niños, sino que era el encargado de vigilar el contrato y de llevar de regreso a los menores luego de la reunión.