Novak Djokovic colocó nuevamente su nombre en la final del Abierto de Australia, certamen donde cada vez que fue por el título logró ganarlo (2008, 2011, 2012, 2013 y 2015). En esta presente edición de Melbourne, el serbio selló su pase a dicha instancia tras vencer por 6-1, 6-2, 3-6 y 6-3 al suizo Roger Federer (3° ATP).
Lo hecho por el serbio en los dos primeros sets simplemente fue espectacular y esplendido pues prácticamente no lo dejó jugar al tenista más ganador en la historia de los Grand Slam. El suizo ganó sólo 11 puntos en el primer set (seis de ellos con su servicio) y 16 puntos en el segundo parcial (de ellos el serbio sólo cedió tres); números que explican el gran dominio del número uno actual de la ATP que generó un total de 56 puntos en la suma de ambos episodios (24 en el inicio y 32 en el siguiente).
Con dos quiebres en el parcial inicial y otro par de rupturas en el segundo, el tenista balcánico hizo que Federer casi no aparezca dentro del campo de juego, generando de paso la desazón, frustración y la impotencia del helvético.
Sin embargo la historia del encuentro sería distinta en el tercer set, ya sea porque Djokovic se tomó un respiro y bajó su dominio incesante o porque no por gusto Federer es uno de los mejores tenistas de la historia – son el mejor – y quiso demostrarlo.
Es así que el suizo herido en su amor propio alzó su nivel, arriesgó y consolidó un quiebre en el sexto de game para poner las cosas a favor 4-2, administrar la diferencia y obligar a un cuarto tramo.
La cuarta manga fue pareja, con ambos tenistas pegándose desde el fondo del campo, aunque siempre dio la sensación de que Djokovic vulneraría el saque de Federer en el momento que se lo proponga. Y ello ocurrió en el octavo juego, cuando el serbio tomó ventaja de 5-3 para finalmente celebrar el triunfo en dos horas con 19 minutos tras realizar un cómodo juego de servicio.
En la estadística de enfrentamiento entre sí, la victoria representó el dominio de Djokovic sobre Federer (23-22). Con ello además, domina el selecto o denominado grupo “Big Four” conformado además por Rafael Nadal y Andy Murray. La diferencia ante el español también es mínima (23-22), mientras que contra el británico su distancia a favor es amplia (21-9).
Precisamente el británico tiene mañana viernes (3.30am de Perú), la oportunidad de alcanzar la final en Melbourne por segunda ocasión seguida y quinta en su carrera cuando se enfrente al canadiense Milos Raonic. Cabe indica que Murray nunca ha ganado el título en Australia.
Por Luis Miguel Guerrero.
