El retorno de Donald Trump a la Casa Blanca plantea un escenario de fortalecimiento para la inteligencia artificial (IA) y las grandes empresas que lideran el negocio de las redes sociales y la tecnología.
Mientras Joe Biden pretendió regular la IA con una orden ejecutiva e imponer nuevas normas, Trump dijo que apoyaría el desarrollo de esta tecnología enraizada en la libertad de expresión.
El avance rápido y los pocos obstáculos en el camino permitieron que Google, Meta, OpenAI y Microsoft, impulsen la transformación digital a nivel global, beneficiando al Perú y Latinoamérica.
Hoy, estos gigantes tecnológicos comparten una meta común: asegurar más fuentes de energía para sus enormes centros de datos y enfrentar posibles demandas vinculadas al uso de datos personales en el entrenamiento de IA.
La IA accesible y una brecha por reducir
Para Latinoamérica, el avance de la IA ha sido hasta ahora accesible y rápido, democratizando el conocimiento y permitiendo que desarrolladores de instituciones como la UNI, San Marcos y otras universidades experimenten con herramientas de vanguardia.
Sin embargo, en el Perú urge cerrar la brecha digital en las zonas rurales del país para que la IA llegue a todos.
Elon Musk expresó su público apoyo a Trump y aunque seguro tiene intereses económicos detrás, las compañías del CEO de Tesla, Starlink y X (anteriormente Twitter) han permitido la masificación de la tecnología.
Musk busca expansiones que, de hecho, ya benefician a Perú. Su empresa Starlink provee internet satelital a 140 escuelas en áreas remotas, alcanzando a más de 50,000 personas por un costo de 169 soles mensuales.
Un equipo de Starlink puede dar vida a un centro de cómputo pequeño, conectar diversas áreas de una posta médica, facilitar comunicación telefónica, conectar aplicativos con IA, ver TV educativa, etc.
Aunque todavía insuficiente, esta iniciativa permite a comunidades rurales acceder a la IA y ampliar su conocimiento.
El desafío es masificar este modelo y una posible administración de Trump podría representar una oportunidad para acelerar estos esfuerzos, contribuyendo a que la conectividad y el acceso a IA sean verdaderamente inclusivos en Perú.
Con el rápido avance de la IA no podemos quedar rezagados o que unos tengan más posibilidades que otros.
