La policía identificó a una pareja de peligrosos narcotraficantes quienes enviaron a la ciudadana chilena Estrella Salas Guzmán (29) a nuestro país como «garantía humana» del pago de 18 kilos de pasta basica de cocaína.
La policía identificó a una pareja de peligrosos narcotraficantes quienes enviaron a la ciudadana chilena Estrella Salas Guzmán (29) a nuestro país como «garantía humana» del pago de 18 kilos de pasta basica de cocaína.
El diario «El Mercurio» reveló que Karla Pereira Vega (25) y Carlos Avendaño Peñaloza (42) estarían detrás de esta nueva modalidad y extraña alianza entre las mafias de narcos peruanos y chilenos.
Salas Guzmán rescatada por la policía de su cautiverio en Tacna, confesó al detalle el modus operandi de esta mafia. A partir del 15 comenzó su secuestro por los proveedores de la droga, luego de que el cargamento que enviaron a Santiago fuera incautado por Carabineros. Junto a la droga, se decomisaron $7 millones en efectivo, que los narcos chilenos -de La Legua- no pudieron pagar a sus proveedores.
Éstos últimos son los peruanos Jhonny Flores y Elena Jaliri, junto a su yerno chileno Iván Droguett, detenido en 2005 en Antofagasta por el tráfico de 80 kilos de cocaína y un menor. El grupo presionó telefónicamente a la pareja de la secuestrada, José Norambuena, exigiendo el dinero de la droga. Al tercer llamado, éste hizo la denuncia a la policía.
En Tacna, Salas aprovechó un descuido de sus captores para arrojar a la calle mensajes escritos alertando su situación, lo que permitió a la policía ubicarla.
Según la mujer y su pareja, ella viajó engañada, ya que su trabajo sería cuidar a un anciano. Pero los $400 mil que recibiría de pago debilitan su versión, pues supera por mucho el sueldo promedio por esos servicios en Perú. La investigación busca determinar los vínculos de Salas con los detenidos de La Legua.
Los tres proveedores peruanos serán formalizados por secuestro y la chilena será dejada en la frontera. Las garantías humanas y los secuestros han sido recurrentes. En junio, el ariqueño C.M.F. fue escoltado por la policía peruana a la frontera tras 17 días cautivo en Tacna. En 2008, un chileno enviado por el traficante santiaguino Héctor Celis estuvo más de dos meses retenido en Perú por una banda.
