Sus rostros de angustia, dolor y hasta sus lágrimas dieron la vuelta al mundo. Y es que el hincha brasileño fue un protagonista aparte en el estadio Mineirao de Belo Horizonte tras la derrota de 7-1 de su selección ante Alemania.
A medida que los goles iban llegando contra Brasil, sus hinchas pasaron del entusiasmo a la amargura con cada anotación en su contra.
En sólo 30 minutos, los alemanes marcaron cinco goles en el arco de Julio César pero además se pasearon entre los defensores caríocas sin problemas.
En poco tiempo, un estadio con una torcida enérgica pasó a ser una «zona devastada» por el dolor que no podían ocultar según consta en los videos difundidos en Vive.