La mítica agrupación británica, Deep Purple, se presentó ayer en el Estadio Nacional del Perú con un lleno total, siendo el deleite de miles de limeños que gozaron de diversos temas quedando sorprendidos con la interpretación del tema nacional "El Condor Pasa".

La mítica agrupación británica, Deep Purple, se presentó ayer en el Estadio Nacional del Perú con un lleno total, siendo el deleite de miles de limeños que gozaron de diversos temas quedando sorprendidos con la interpretación del tema nacional "El Condor Pasa".

Sin mucha parafernalia, sofisticados juego de luces o pantallas gigantes, anoche el concierto de la mítica banda británica Deep Purple trajo de vuelta sus mejores éxitos de los años 70 y 80, con reminiscencias medievales, y en medio de un potente sonido.

Preparados para un aforo de hasta 8,500 personas, los púrpuras, a la cabeza de su vocalista Ian Gillan, abrieron la velada rockera a las 21.15 horas en el Coloso José Díaz, luego de media hora de los teloneros locales Pax, con Picture of home.

Ambientada en una neblina púrpura, los riffs de un ducho Steve Morse pusieron eufórico a un público conocer, mientras seguían Into the fire, Burn. Quienes se llevaron los aplausos de la noche fueron sus músicos Roger Glover (bajo), Ian Paice (batería) y, sin duda, los solos de Morse, que hizo hablar, gemir y llorar a su guitarra evocando a Guns N’Roses y The Beatles. A su vez, el tecladista Don Airey salió airoso obsequiando su propia versión de El cóndor pasa, así como ecos de Pink Floyd y el tema central de La guerra de las galaxias. Luego, una furia telúrica dio paso a Perfect strangers.

“Hola Lima, gracias por esta grandiosa bienvenida”, había dicho al inicio Gillan, quien -hay que decirlo- no contó con la sostenida voz aguda que lo caracteriza, valiéndose sí del buen soporte de las cuerdas. La excepción ocurrió, no obstante, al ejecutar sus hits Highway star y Smoke on the water. Dio la nota.

Fueron casi dos horas de la banda más ruidosa del mundo, tiempo en que logró que el respetable levantara los brazos, coreara No no no y se atreviera a uno que otro gesto obsceno que fue tomado a broma por Gillan y compañía. “Gracias, los amamos”, y así, con los acordes de Black night, se despidieron del Perú, al cual tiñeron de púrpura. & Sin mucha parafernalia, sofisticados juego de luces o pantallas gigantes, anoche el concierto de la mítica banda británica Deep Purple trajo de vuelta sus mejores éxitos de los años 70 y 80, con reminiscencias medievales, y en medio de un potente sonido.

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