El paro agrario sigue afectando la imagen del país. Esta vez un grupo de mochileros chilenos reveló al diario El Mercurio que estuvieron a punto de morir en nuestro país al ser retenidos por un grupo de huelguistas que tomaron la Panamericana Sur y que asaltaron el bus en el que viajabana la altura de Nazca.
El paro agrario sigue afectando la imagen del país. Esta vez un grupo de mochileros chilenos reveló al diario El Mercurio que estuvieron a punto de morir en nuestro país al ser retenidos por un grupo de huelguistas que tomaron la Panamericana Sur y que asaltaron el bus en el que viajabana la altura de Nazca.
"Creímos que nos mataban. Nos desviaron hacia el desierto, nos hicieron bajar de a dos y nos tiraron boca abajo. Había un (pasajero) policía con un arma y le empezaron a pegar… Fue horrible", relato es de Úrsula Valdivia, de 23 años, uno de los siete chilenos que ayer ya regresaron a su tierra.
Ella comentó que además del asalto, el bus en el que viajaban fue apedreado, sin embargo destacaron la rápida intervención del comandante de la región sur del Ejército peruano, general Francisco Contreras, quien incluso los alojó en su residencia.
Junto a Úrsula regresaron ayer vía aérea María Pía Urrutia, Francisca Montalva y Felipe Rodríguez. Otros tres jóvenes, Daniela Segovia, Daniela Palma y Diego Munizaga, lo hacían en una van enviada hasta Tacna por el general Contreras.
Úrsula señaló que el mayor temor lo sintieron cuando el bus fue secuestrado en el desierto por seis encapuchados, quienes actuaron con violencia, aunque aseguraron a las mujeres que no las violarían. Sin embargo, cuando pensaron que lo peor había pasado, en el sector del Pedregal, acceso norte de Arequipa, una turba de manifestantes bloqueó el paso del bus.
Aunque el chofer logró persuadir a sus dirigentes para dejarlos pasar, al empezar a moverse la turba les lanzó piedras. "Estamos muy agradecidos del Ejército peruano, que nos pudo sacar. Era más peligroso quedarnos en el bus, porque en ese mismo sector mataron a dos personas", agregó Valdivia.
El comandante en jefe de la VI División del Ejército de Chile, general Eduardo Gárate, manifestó su satisfacción por la actitud del general peruano ante su solicitud para que socorriera a los jóvenes. "Es una respuesta a la amistad forjada", explicó. Gárate llamó a Contreras a solicitud del empresario de Iquique Jorge Neira, amigo común con el ejecutivo minero Guillermo Urrutia, padre de María Pía.
La suspensión por una semana de las movilizaciones en Perú posibilitó el regreso de otros chilenos, como los estudiantes Cristóbal Lamarca y Paulina Ibieta, retenidos entre Trujillo y Lima.(Con información del Mercurio)
