La ex escolta presidencial, Lady Bardales Castillo, trata de sobrellevar sus primeros días críticos recluida en el penal Santa Mónica y aunque exteriormente no muestra signos de incomodidad y hasta se ha portado muy amable con sus compañeras, aun no tiene un cama o litera para descansar y sólo lo hace sobre algunos colchones viejos, en el suelo del recinto carcelario.
La ex escolta presidencial, Lady Bardales Castillo, trata de sobrellevar sus primeros días críticos recluida en el penal Santa Mónica y aunque exteriormente no muestra signos de incomodidad y hasta se ha portado muy amable con sus compañeras, aun no tiene un cama o litera para descansar y sólo lo hace sobre algunos colchones viejos, en el suelo del recinto carcelario.
Según el diario "El Trome" Lady regaló a las demás internas ejemplares de pequeñas biblias y hasta recogió la basura como lo hacen todas. "Apenas hizo su ingreso la noche del jueves, fue llevada al pabellón de Prevención y allí habló con la delegada y le obsequió una Biblia. Luego, ella se puso a leer otra y después repartió el Nuevo Testamento entre algunas de sus nuevas compañeras", refirió una agente del Inpe al citado diario.
Pero esa no fue la única buena acción de la ex oficial pues, según nuestra fuente, Lady se despertó a las 6 de la mañana y salió a botar la bolsa con basura que había en el pabellón.
"Ella ha caído muy bien entre las reclusas, porque no ha tenido poses de creída, ni ha mirado mal a nadie. Eso sí, luego de cumplir con sus labores, acudió a un pequeño gimnasio que hay para hacer ejercicios", precisó la informante.
Trome visitó ayer el centro penitenciario para conversar con Lady B, quien se excusó amablemente de no prestar declaraciones, pues deseaba conversar con sus familiares que ayer acudieron a verla. Sin embargo, pudimos hablar con algunas internas en el patio central que recibieron ayer la visita de sus parejas, amigos, hermanos e hijos.
"La primera noche la pasó tranquila. No lloró, ni se le vio triste. Lo único que sucedió fue que durmió en el piso, pues no había camarote para ella", comentó una joven.
Pasada la 1:30 de la tarde y cuando la salsa era la música de fondo para muchas familias, Lady Bardales salió a recibir a sus seres queridos y se mostró cariñosa con un hombre de unos 35 años. La vimos sin una gota de maquillaje y vistiendo una casaca ploma y un pantalón lycrado negro, respondiendo en todo momento a los que la saludaban.
Mientras conversaba alegremente en una mesa cercana al área de teléfonos, Lady bebió una botella de agua mineral y, luego, almorzó lo que habían preparado en la cafetería. Horas después, se retiró a la zona que le han asignado en el área de Prevención del penal. Se supo que allí permanecerá hasta el martes o miércoles, cuando terminen de tomar sus generales de ley. Después pasaría a otro pabellón, aunque trascendió que ella estaría pidiendo su cambio para el área de Máxima Seguridad del referido reclusorio.
