Según fuentes apristas del Diario limeño Correo, sólo 52 legisladores optarían por la lista oficialista. El problema es que, de esa cifra, al menos ocho votos provienen de adhesiones personales o de facciones que podrían variar por acuerdos de bancada.
Ese sería el caso de al menos ocho legisladores de UPP, entre ellos Karina Beteta, Aldo Estrada y José Vega, entre otros, y de los dos legisladores de Solidaridad Nacional (SN) que integran Unidad Nacional (UN).
Sintomáticamente, Fabiola Morales (Solidaridad) dijo a Correo que el PPC “lanza globos de ensayo y una lluvia de candidatos”, aunque tampoco descartó acuerdos con la oposición si se toman decisiones firmes.
Diálogo y secretismo
Para el vocero aprista, Aurelio Pastor, nadie puede cantar victoria, y remarcó que “todavía trabajan” para lograr un número mayoritario de votos.
Mauricio Mulder fue más allá y admitió –en un evidente acto desesperado– que varios parlamentarios estarían dispuestos a apoyar a Velásquez Quesquén, pero a cambio de que se mantenga su decisión en absoluta reserva.
Ello reforzaría la tesis de que el APRA negocia individualmente y va en contra de los acuerdos de bancada. Correo supo además que Mulder se habría reunido con el fujimorista Alejandro Aguinaga, quien le habría confirmado que su grupo político apoyaría a la oposición.
Por su parte, Velásquez Quesquén reiteró su optimismo y sostuvo que aquellos que han anunciado triunfos con 69 o 70 votos después terminarán descolocados.