Si bien la señora García denunció que su hija fue engañada y las monjas de clausura se aprovecharon de su inestabilidad psicológica ayer prefirió guardar silencio luego que llegara a un acuerdo con las representantes del Convento.
Sin embargo diversos medios han revelado que todo se inició desde que Esther García se enteró que su hija se encontraba internada en el hospital Arzobispo Loayza.
En el lugar se generó un gran escándalo porque la madre de familia exigió a la religiosa Gina Guisado Díaz que le devolviera a su hija para irse con ella a su casa. Sin embargo, la madre novicia no accedió a su pedido.
Posteriormente, intervino la Policía, quien condujo a las dos mujeres a la comisaría de Alfonso Ugarte donde pudieron dialogar ya más tranquilas y serenas.
Según trascendió, ambas llegaron a un acuerdo en el que se determinó que la madre podría recoger a su hija del Convento Santa Rosa y la madre, a su vez, se comprometió a no continuar con la denuncia sobre este caso que actualmente está en el Poder Judicial.