Como se sabe, en un primer momento, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas había informado que se trató de un ataque (ocurrido el jueves aproximadamente a las 3:50 p.m. en las inmediaciones del cerro Ccompata, al noroeste del centro poblado de Sanabamba).
Los atacantes hicieron explosionar en serie varias cargas de dinamita que fueron colocadas en la trocha y activadas desde la parte superior de la zona.
Como resultado del ataque falleció el cabo EP Robinson Macedo Cima y resultaron heridos el sargento EP José Huamán Silva y los cabos EP Luis Pérez Shuña y Julio Fernández Vargas. Además, el sargento segundo EP Ari Zevalllos Tapia y el cabo EP Nei Mozombite Arimuya fueron reportados como desaparecidos. Este último después fue encontrado herido.
Horas después de esta información, surgieron varias versiones sobre el ataque y se hablaban de más víctimas. El ministro Flores-Aráoz admitió a El Comercio que, por tratarse de una zona remota, la información “es variable y confusa”, y dejó entrever que habría más víctimas entre las filas del Ejército.
Además, en base al testimonio que dio a su comando un soldado que sobrevivió al segundo ataque, se cree que otros militares podrían haber muerto y que se habría perdido una importante cantidad de armas que portaban.