Según el diario "El Comercio", Rosales habría llegado a la capital de la República el domingo último y luego de que lograra superar el cerco de hostigamiento que venía sufriendo de parte del aparato represivo del gobierno de Hugo Chávez.
Una vez en Lima, Rosales habría cuidado en primer lugar evitar comprometer a conciudadanos suyos que lo habrían ayudado a escapar de la persecución chavista, así como a otros que siguieron igual suerte y que desde entonces gozan de asilo en el Perú.
Rosales habría iniciado la búsqueda de contactos a nivel del Gobierno y del Congreso en el Perú, así como con partidos políticos y gremios empresariales y laborales, para ver la posibilidad de conseguir asilo.
Iguales gestiones estaría haciendo con las representaciones extranjeras acreditadas en Lima, dentro de la opción no descartada de que su asilo pudiera ser concedido por un tercer país.
Hasta el cierre de esta edición, fuentes consultadas en los poderes Ejecutivo y Legislativo no negaron ni confirmaron oficialmente que Rosales hubiera pedido formalmente su asilo.
Entretanto se supo que entre hoy y mañana a más tardar Rosales determinaría donde finalmente fijaría su residencia, según la respuesta que espera recibir del Perú y de otros países.
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No fue a juicio
Según BBC Mundo, Rosales decidió no someterse al juicio que se le sigue por supuesto enriquecimiento por eso recurre a una "nación amiga" que sería el Perú.
Omar Barboza, presidente de su partido Nuevo Tiempo (UNT), la entrega de Rosales no hubiera sido a la Justicia Venezolana sino a Hugo Chávez".
"Manuel Rosales preso sería un trofeo que enseñaría el gobierno a todos para tratar de intimidar la dirigencia política", señaló Barboza.
Por su parte, el diputado del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Mario Isea, ratificó las denuncias de corrupción contra el también alcalde de la ciudad de Maracaibo, capital del occidental estado Zulia, y acusó a sus copartidarios de ser "cómplices en la fuga de un delincuente".
Apresamiento anunciado
Rosales se encontraba "resguardado" – en la clandestinidad – desde hace varias semanas, por considerar que su integridad personal estaba amenazada.
Este lunes debía acudir al juzgado, que decidiría si aceptaba o no la solicitud de la Fiscalía para que se lo privara de su libertad en forma preventiva.
Pero momentos antes de la hora pautada, su colega de partido, Omar Barboza, informó que la decisión era la de no presentarse "a un tribunal convertido en instrumento político". Otro diputado opositor, Ismael García, denunció que el tribunal tenía tomada su resolución de antemano, por lo que la audiencia sería una farsa.