Según reveló su abogado Javier Valle Riestra, Rosales aprovechará la cita para pedir disculpas por el encendido mensaje que emitió desde el Perú contra el presidente venezolano Hugo Chávez y que empujó a la Cancillería a exigir que no se use el territorio nacional como una plataforma política.
Tras la argumentación de Rosales el canciller José Antonio García Belaúnde elevará su opinión al presidente Alan García, quien posteriormente resolverá la petición de asilo en una resolución.
En cuanto a la posibilidad de que la Interpol (Policía Internacional) intervenga para detener a Rosales a pedido de la policía venezolana, el abogado aclaró que no podrá realizarse por estar su cliente inmerso en un proceso de petición de asilo.
En primer lugar, él mismo ha informado a la sede central de Interpol, en la ciudad francesa de Lyon, de que el caso de Rosales es político por tratarse de una personalidad opositora -con responsabilidades públicas en varios momentos-, y el artículo 3 de la Interpol prohíbe intervenir en asuntos políticos, aclaró.
En segundo lugar, y aun en el caso de que la sede central de Interpol aceptara la demanda venezolana y cursara una orden de detención a la filial peruana, la policía peruana no actuará a menos que el Gobierno deniegue el asilo.