Nadie puede dudar que el Fujimorismo tiene un apreciable electorado cautivo en el Perú, seguidores sobrepuestos a las condenas contra su líder Alberto Fujimori y quienes se resisten a creer que el ex mandatario esté implicado en crímenes de lesa humanidad o corrupción. Tan asiduos, que hasta podrían justificar un inesperado "vladivideo" del Chino recibiendo dinero de Vladimiro Montesinos.  

 


Nadie puede dudar que el Fujimorismo tiene un apreciable electorado cautivo en el Perú, seguidores sobrepuestos a las condenas contra su líder Alberto Fujimori y quienes se resisten a creer que el ex mandatario esté implicado en crímenes de lesa humanidad o corrupción. Tan asiduos, que hasta podrían justificar un inesperado "vladivideo" del Chino recibiendo dinero de Vladimiro Montesinos.  

 

Antonio Manco
www.antoniomanco.com

Sin embargo, este apoyo parece que no será suficiente para las aspiraciones de Keiko Sofía Fujimori, la hoy congresista e hija del condenado ex Jefe de Estado, quien pretende ser candidata presidencial el año 2011.

Si bien hoy las encuestas le sonríen, ¡nada está dicho! Hay varias piedras en el camino que Keiko Fujimori debe superar, no sólo el ingreso de algún candidato de última hora -que le quite terreno- sino también la amplitud de postulantes que representan a la centro derecha y derecha -Lourdes Flores, Luis Castañeda, entre otros- a la que ella pertenece. Pero quizá lo más complicado, será el grueso número de procesos y juicios que su padre tiene pendientes.

En buen cristiano, "Si Keiko quiere ser presidenta", va a necesitar de un buen soporte político y líderes en su propio partido que sean incluso capaces de hacerle sombra. Pero, salvo Luisa María Cuculiza, quien además es voceada a la alcaldía de Lima, los demás congresistas fujimoristas no tienen peso político y eso se refleja hoy en el Congreso.

Tampoco esperemos que Kenji Fujimori, su parco tío Santiago Fujimori o Carlos Raffo y los reflexivos Alejandro Aguinaga o Rolando Souza, puedan soportar el trajín de una fuerte campaña política. ¿Y dónde quedaron las chicas superpoderosas Carmen Lozada, Martha Chávez y Luz Salgado?, de ellas ni se oye padre. 

Otra piedra en el camino para Keiko son los juicios que se le vienen a su padre. Ella, no sólo se ocupa de la política interna del Fujimorismo, sino es el salvavidas judicial de Alberto Fujimori. Prueba de ello es la explicación que tuvo que dar la semana pasada por la recusación que decidió la defensa legal del ex presidente contra La Sala Penal que lo juzgará por casos de corrupción y cuyas audiencias se debían iniciar la próxima semana.

"La Sala que juzga a mi padre no garantiza imparcialidad", dijo hace cuatro días Keiko Fujimori en referencia a los doctores César San Martín Castro, Víctor Prado Saldarriaga y Hugo Príncipe Trujillo, porque -según ella- estos lo calificaron de dictador.

Keiko también podría perder un grueso porcentaje de aceptación si confirma que beneficiará con el indulto a su padre. Esto, aunque muchos no lo crean, desanimará a los votantes -quizá no a los militantes- más aún si en el camino sale alguna prueba de corrupción oculta, o quizá un ex miembro del grupo Colina que se anime a acusarlo o incluso un vladivideo que suelte "el doc" Vladimiro Montesinos, harto de ya de estar en prisión.

La población es sensible a las imágenes de violencia, al llanto de nuestros campesinos asesinados, y con justa razón, si el 2010 o 2011 esas imágenes inundan los televisores del Perú, un anunció de "perdón" de Keiko para su padre -si es elegida presidenta- no caerá nada bien.

En conclusión, Keiko es hoy el único soporte visible del Fujimorismo, quien ejerce un liderazgo en la medida de sus posibilidades, y encima sostiene una familia, lleva a un hijo en su vientre y que -por obvias razones- la obligarán a ausentarse de la escena política el fin de año y a inicios del 2010, justo cuando debería estar organizando la campaña electoral con miras a las elecciones regionales y municipales.

Está probado que un partido político tampoco funciona eficazmente cuando tiene un sólo conductor quien está en la memoria del electorado. Si Keiko no logra el respaldo político necesario, tendrá entonces que conformarse el 2011 con formar una alianza política con otra agrupación de su misma línea y si su eventual aliado la supera en votos, quizá  alcance a las justas una vicepresidencia.  Sin embargo, todavía está a tiempo.

Administrador de contenidos de Grupo Periodismo en Línea

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