“Muy bien hecho por la mayoría. El Congreso no es una cantina de gritos. Es positivo discrepar y votar en contra, pero el Congreso no es una cancha boxística”, afirmó García, quien precisó que “se puso coto al desorden y al escándalo”.
Asimismo, rechazó las declaraciones de los nacionalistas que indicaron que se vive una dictadura en el Parlamento y que se quiere eliminar a la oposición. “El desorden es la madre de las dictaduras”, enfatizó.
Por otro lado, el jefe de Estado dijo que el error que cometió el Ejecutivo es “ser un muy dialogante” para abordar las demandas de las comunidades nativas.
“El Ejecutivo fue muy dialogante frente a los portazos del señor (Alberto) Pizango. Creo que más adelante habrá celeridad en la acción y habrá diálogo, pero sin tomar vías”, indicó.
En otro momento, sostuvo que con la suspensión de los decretos legislativos referidos a la Ley de la Selva “se deja sin efecto la norma” hasta los acuerdos que se tomará en la mesa de diálogo.
“Dejar si efecto equivale a que no exista momentáneamente esos decretos”, precisó.
