El legislador Bendezú Carpio pidió que la Cancillería peruana realice las coordinaciones que sean necesarias para que los niños de padres peruanos irregulares –alrededor de 4 mil- no se queden desprotegidos si sus progenitores son encarcelados o deportados cuando en julio próximo empiece a regir la ley migratoria de Arizona.
«Han ocurrido casos en los que los padres son deportados y los infantes se quedan a la deriva: algunos son rescatados por parientes, pero a otros se los llevan a instancias de asistencia social y se dan en adopción, terminando con otras familias», indicó.
Bendezú advirtió que muchos niños de padres peruanos podrían correr la misma suerte que la de la niña Daisy Cuevas Julca, es decir separados de aquellos padres que no tengan una situación migratoria regular y sean detenidos o deportados, una vez que empiece a ejecutarse lo que establece la Ley de Arizona.
“Pongámonos en el caso de que los padres sean detenidos. Qué va a pasar con estos niños. Cancillería debe entrar a tallar de diferentes formas. Debe constituirse en el nexo entre estos niños y sus familiares en los Estados Unidos y en el Perú. Hay que protegerlos y realizar un monitoreo del paradero de ellos para saber cómo se encuentran, dónde están, si tienen parientes regulares en Norteamérica que se pueden hacer cargo de ellos ”, refirió Bendezú.
En Estados Unidos hay 5.5 millones de niños con padres indocumentados y tres cuartas partes de esos niños son ciudadanos estadounidenses. Se calcula que en los pasados diez años Estados Unidos ha deportado a 100,000 padres de niños que son ciudadanos estadounidenses, según un reporte del Instituto Urbano (IU).
“Dentro de pocas semanas va a empezar a ejecutarse en todo el estado de Arizona esta inhumana y racista norma migratoria. Muchos de nuestros connacionales empezarán a sufrir en carne propia las consecuencias con multas, desarraigo familiar, encarcelamiento y expulsiones. Nuestros connacionales van a necesitar fundamentalmente abogados. Por eso, es necesario que nuestra cancillería prepare un plan de contingencia adecuado”, concluyó Bendezú.