Sin duda que será historia el golazo que metió Gareth Bale en el partido decisivo que le dio el título al Real Madrid sobre Barcelona en la final de la Copa del Rey.
El galés picó desde su cancha, descontó a Bartra, y definió de punta por entre las piernas del arquero Pinto. Con esta pintura los madrileños derrotaron 2-1 al equipo de Lionel Messi.
El refuerzo estrella le da el primer campeonato de la temporada al cuadro blanco. El galés fue héroe en la ausencia de Cristiano Ronaldo.