Murray buscará su primer título en Australia luego de cuatro oportunidades sin éxito.

En cuatro horas con 03 minutos, el británico Andy Murray (2° ATP) derrotó por 4-6, 7-5, 6-7 (4), 6-4 y 6-2 al canadiense Milos Raonic (14° ATP) y por consiguiente selló su pase a la final del Abierto de Australia, la misma que disputará por quinta ocasión, segunda de manera consecutiva

Con mucha más solidez y precisión para atacar en momentos claves y devolver, Murray consiguió un triunfo merecido en base a su jerarquía ante un rival que presionó constantemente con su saque, que sumó una importante cantidad de puntos ganadores, pero que tuvo un gran déficit: los errores no forzados cometidos, factor que inclinó la balanza a favor del ganador.

En el inicio, el canadiense quebró para colocarse 1-0 a favor y sufrió luego con su primer saque tras levantar tres puntos de ruptura. Con la ventaja de 2-0, Raonic dominó la situación marcando superioridad principalmente desde la net (8-3) y en los winners que gestionó (14 contra 4).

El compromiso se nivelaría en el segundo parcial gracias a que Murray se afirmó desde la devolución con una diferencia de diez puntos a favor (16-6). Asimismo, el británico compensaría la batalla desde el servicio tras sumar 24 puntos desde esa vía contra 27 del canadiense.

Luego de dos oportunidades de quiebres perdidas, el escocés  lograría vulnerar el saque de Raonic en el undécimo game, con lo que tomó ventaja de 6-5 para sentenciar finalmente un tramo donde además, el norteamericano cometió 20 errores y no generó chances para quebrar.

En el tercero, ambos se hicieron fuertes con el servicio para obligar al tie-break, aunque en el décimo juego, Raonic  apretó el acelerador para generar una opción de ruptura que no logró consolidar. Al final, en la muerte súbita, el 14 de la ATP sacó la diferencia.

Tras un descanso que le dieron a Raonic – que fue a los vestuarios luego de una dolencia en su pierna, el partido se reinició. El canadiense asumió riesgos en el cuarto set a tal punto de sumar 14 winners pero con 17 errores no forzados. Mientras tanto, en esos aspectos, Murray gestionó 7 puntos ganadores y 8 desaciertos, es decir, buscó pegar en momentos precisos.

Es así que Murray quebró en el séptimo juego (4-3) y aunque luego sufrió con su saque al levantar tres puntos de quiebre (uno antes del 5-3 y dos antes el 6-3) logró alargar el duelo hasta un último y decisivo episodio.

La historia en el quinto se caracterizaría por los dos quiebres que Murray consiguió para dispararse 4-0, ventaja suficiente para encaminarse hacia una nueva final gracias a su mayor solidez defensiva, pues en dicho tramo generó 18 puntos con la devolución y sólo 2 errores no forzados, contra un punto de devolución y 16 desaciertos de Raonic.

Contra Novak Djokovic, el escocés Andy Murray buscará consagrarse campeón del primer Grand Slam del año, algo que le ha sido esquivo en las cuatro finales que jugó (precisamente ante el serbio en el 2011, 2013 y 2015, y, contra Federer en el 2010)

 Por Luis Miguel Guerrero.

Periodista (redactor y reportero) de www.enlinea.pe

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