Minutos después de haber renunciado al cargo de ministro de Transportes y Comunicaciones, Martín Vizcarra declaró – acompañado del presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski –que deja el cargo porque en sus decisiones primero se encuentra el bien del país.
“El día de hoy, he presentado mi renuncia en el cargo de ministro de Transportes y Comunicaciones al señor presidente de la República. Lo hago porque siempre he priorizado el interés del Perú en todas mis decisiones”, puntualizó el extitular del MTC, en un pronunciamiento realizado en el Palacio de Gobierno.
Asimismo, aseguró que se ha desempeñado al frente de la cartera de Transportes y Comunicaciones con total entrega y sobre todo honestidad. “He trabajado estos casi 10 meses con mucha responsabilidad, entrega, pero principalmente con honestidad y eso le consta a las autoridades regionales y locales, con las cuales hemos coordinado estrechamente”, resaltó.
Finalmente, Vizcarra agradeció la confianza que el jefe de Estado depositó en él y agregó que, a partir de ahora – apoyará al gobierno en su condición de primer vicepresidente de la República, con el objetivo de cumplir las metas trazadas a favor del país.
Es importante recordar, que la renuncia de Martín Vizcarra al cargo de ministro de Transportes y Comunicaciones, sucede un día después de anunciar que el contrato y adenda del aeropuerto de Chinchero suscrito con la Concesionaria Kuntur Wasi, fue cancelado por el gobierno.
Además, el también primer vicepresidente de la República fue interpelado por el Congreso el último jueves, precisamente por el tema del Contrato de Chinchero, recibiendo durante el debate las críticas de la oposición.
DEBES SABER QUE…
Martín Vizcarra se convirtió en el tercer ministro del gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczynski, en dejar el cargo que desempeñaba.
El primero de ellos fue Mariano González (Defensa) tras renunciar el 28 de noviembre del 2016 y posteriormente, Jaime Saavedra (Educación), quien fue censurado por el Pleno del Congreso en diciembre del año pasado.
Por: Luis Miguel Guerrero Dávila.
