Con cánticos, rezos y velas que representan una luz de esperanza, los niños, niñas, adolescentes, padres y profesionales de la salud participaron del tradicional Vía Crucis que se realizó por los diferentes servicios médicos del Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja.
De esta manera, los pacientes y sus familias del también conocido como Hospital del Niño, viven con fervor y recogimiento las celebraciones por Semana Santa que recuerda la vida, pasión y muerte de Jesús y que finaliza el Domingo de Resurrección.
El Vía Crucis se inició en el área de Trasplante, ubicado en el piso 8, donde niños y niñas que sufren de leucemia esperan la oportunidad de recibir un trasplante de médula ósea para mejorar su calidad de vida.
Bendición a los niños
El padre Clever Herrera Stella, capellán del INSN San Borja, con una cruz, agua bendita en mano y un mensaje de esperanza bendijo este pabellón para que los pacientes no desmayen y sigan en su lucha por salir de este difícil momento que afecta su salud.
Asimismo, se trasladó a las áreas de Hematología, Cardiología, Neurología, Cirugía pediátrica, Especialidades quirúrgicas, Unidad de Cuidados Intensivos Quemados, Terapia y rehabilitación, Hospitalización quemados, Unidad de Cuidados Intensivos, así como otros servicios de la institución.
En cada uno de estos servicios se instalaron estaciones, en total 14, que representaron el camino que hizo Jesús hasta el monte Calvario, mientras cargaba la Cruz. En estos parajes los niños y niñas elevaron una oración para pedir al todopoderoso que los cure de sus enfermedades.
El capellán suplicó por una cura milagrosa y procedió a bendecir a los 273 pacientes hospitalizados que esperan una respuesta a sus súplicas en estas fechas especiales de Semana Santa.
“Miren con esperanza a Jesús, quizás ahora hay sufrimiento pero la enfermedad no se queda ahí, y así como se dio el milagro de la resurrección, nuestro Señor les dará el triunfo”, fue el mensaje del capellán.
El INSN San Borja realiza esta actividad de recogimiento en el marco de una política de humanización que promueve la gestión a cargo del Director General Dr. A. Ricardo Zopfi Rubio, que busca brindar soporte emocional y espiritual a los pacientes que llegan a nuestra institución, considerando que el 90% provienen del interior del Perú.
Es preciso señalar que este centro es altamente especializado que atiende niños y adolescentes con enfermedades complejas como malformaciones congénitas, problemas neurológicos, cardiopatías congénitas, niños con leucemia, quemaduras graves, entre otros.
