El mundo habla del Coronavirus y su impacto es tal, que Wuhan -la ciudad epicentro de esta enfermedad mortal-, está hoy deshabitada según imágenes del drone de la agencia de noticias AFP.
La ciudad Wuhan registra los más altos índices de contagio, mientras la extraña neumonía ya ha causado más de 4,515 infectados y 106 muertos en China.
Se trata entonces de una ciudad fantasma, casi como en las clásicas películas invadidas de virus mortales. Hoy Wuhan ya no es bulliciosa, las avenidas y sus calles están libres de tránsito y sólo hay custodia policial.
Quienes circulan por la ciudad se protegen con mascarillas, pero no se trata de una protección 100% garantizada, pues el virus puede estar en el ambiente como máximo 1 día.
Los que se quedaron en Wuhan, deben tomar importantes medidas de higiene para evitar el contagio. Se sabe que el coronavirus es muy sensible a jabones, desinfectantes y por cierto a un buen lavado de manos.
Suena sencillo, pero sí todos cumplirían estas recomendaciones, la propagación hubiera sido menor o se podía confinar en China, pero por ahora ya está llegando a todo el mundo.
«No se parece a otros virus que ofrecen mayores resistencias, que pueden provocar mayores epidemias y mayor diseminación”, aclara el médico José Luis Valle, Microbiólogo del Hospital Quirón San José en España.
Una metrópoli callada
En Wuhan unas 56 millones de personas están afectadas por un confinamiento obligatorio, el transporte público está interrumpido, y todo local cerrado como cines, bares, karaokes, etc, no atienden al público.
Por ahora los habitantes de Wuhan permanecen en sus casas, quienes salen deben hacerlo sólo en caso de suma urgencia, al menos 2000 trenes interprovinciales están cancelados desde la semana pasada.
Por ahora las autoridades ordenaron esterilizar y ventilar aeropuertos y estaciones de bus, así como aviones y trenes.
Con el turismo bloqueado, los comercios inactivos y actividades deportivas anuladas, Wuhan es una ciudad fantasma ad portas de la celebración del Año Nuevo Lunar. Por ahora sus ciudadanos siguen al pie de la letra las instrucciones de sus autoridades.
