Se tejieron una serie de teorías pero tras más de 12 años reapareció la sonda británica Beagle 2, que desapareció misteriosamente el año 2003 de la superficie del planeta Marte. Desde su supuesto ingreso a un agujero negro, hasta el secuestro por parte de supuestos habitantes del planeta rojo, fueron algunas de las versiones divulgadas.
Finalmente, un satélite de la NASA que orbita en torno a Marte, encontró la sonda. «El Beagle 2 fue hallado parcialmente desplegado en la superficie marciana, acabando con el misterio sobre qué ocurrió con la misión hace más de una década», confirmó el viernes la Agencia espacial del Reino Unido en un comunicado.
El hallazgo demuestra que «la secuencia de entrada, descenso y aterrizaje del Beagle 2 funcionó, y la sonda se posó con éxito en Marte en la Navidad de 2003», agregó la agencia sobre esta nave bautizada en honor al barco Beagle.
Necesitaba desplegarse completamente después de aterrizar para empezar a mandar información a la Tierra, porque sólo así podría alimentarse de la energía generada por unos paneles solares. Como es no ocurrió, se le perdió el rastro.
«Desgraciadamente, dado el despliegue parcial -lamentó la agencia- no sería posible resucitar a la Beagle 2 y recuperar los datos».
La nave fue una ambiciosa colaboración entre la industria, las universidades británicas y la Agencia Espacial Europea. El director de este organismo, Jean-Jacques Dordain, se felicitó este viernes por el hallazgo.
«Lo que hace 11 años se vio como un fracaso resultó no ser un fracaso total. Al menos hubo un aterrizaje en Marte», estimó Dordain. Un consuelo del que no podrá disfrutar el profesor Colin Pillinger, de la Open University, que lideró el proyecto y murió en mayo de 2014.