Coronavirus y la sopa de murciélago
Coronavirus y la sopa de murciélago

Una nueva actualización sobre el origen del mortal coronavirus adelanta que los murciélagos han sido huéspedes de la peligrosa neumonía que se originó en la localidad de Wuhan en China.

Un nuevo análisis genético de 10 secuencias del genoma del nuevo coronavirus (2019-nCoV) de nueve pacientes en la ciudad china de Wuhan, donde previsiblemente se originó el brote, demostraron que el virus está estrechamente relacionado con dos coronavirus derivados de murciélagos similares al síndrome respiratorio agudo grave (SARS), según un estudio publicado en la revista científica The Lancet.

En su trabajo, no obstante, los autores explican que, aunque su análisis sugiere que los murciélagos podrían ser el huésped original del virus, un animal no identificado y vendido en el mercado de mariscos de Huanan en Wuhan podría ser el huésped intermedio que permitió la propagación del virus a los humanos.

Los investigadores tomaron muestras de células y secreciones de los pulmones de los pacientes para recoger muestras del 2019-nCoV, que se analizaron para determinar el origen del virus y cómo entra en las células humanas.

Ocho de los pacientes habían visitado el mercado de mariscos de Huanan. Un paciente nunca había visitado el mercado, pero se había alojado en un hotel cercano antes de la aparición de su enfermedad.

Las secuencias genéticas de las muestras eran casi idénticas (compartían más del 99,98 por ciento de la misma secuencia genética), lo que indica una aparición muy reciente del virus en los seres humanos.

“Es sorprendente que las secuencias de 2019-nCoV descritas aquí de diferentes pacientes fueran casi idénticas. Este hallazgo sugiere que el 2019-nCoV se originó de una sola fuente en un período muy corto y fue detectado con relativa rapidez”, explica uno de los autores principales del trabajo, Weifeng Shi, de la Universidad de Shandong (China).

Comparando la secuencia genética de 2019-nCoV con una biblioteca de virus, los autores encontraron que los más estrechamente relacionados eran dos coronavirus similares al SARS de origen en un murciélago (bat-SL-CoVZC45 y bat-SL-CoVZXC21), que compartían el 88% de la secuencia genética. 2019-nCoV estaba más distante genéticamente del virus del SARS humano (que compartía alrededor del 79% de la secuencia genética) y del virus del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS), que compartía alrededor del 50 por ciento de la secuencia genética.

Estudiando la proteína de punta del virus (cómo se une y luego entra en las células humanas), los autores encontraron que 2019-nCoV y el virus humano del SARS tienen estructuras similares, a pesar de algunas pequeñas diferencias.

Como resultado, los autores sugieren que 2019-nCoV podría utilizar la misma puerta molecular para entrar en las células que el SARS (un receptor llamado ACE2), pero puntualizan que este extremo requerirá confirmación.

Los murciélagos se utilizan en la medicina tradicional china para tratar una serie de enfermedades, entre ellas la tos, la malaria y la gonorrea.

También se cree que las heces del animal pueden curar enfermedades oculares, según la antigua obra maestra de la medicina china Ben Cao Gang Mu.

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