Fin de año en Lima
Fin de año en Lima

El último día del año 2025 y la bienvenida al 2026 transforma por completo el ritmo de la capital. Mucho antes de que empiece la cuenta regresiva, la ciudad ya está en movimiento.

Desde el mediodía del 31 de diciembre, un gran porcentaje de la población de Lima cambia su rutina diaria y ejecuta sus planes: escapadas, celebraciones privadas y encuentros sociales marcan el inicio de una jornada atípica en movilidad.

Este cambio de dinámica no es casual. El cierre del año activa comportamientos distintos a los habituales, donde el desplazamiento deja de responder a obligaciones y se orienta casi exclusivamente al ocio y la celebración.

Playas del sur: el gran destino del 31 de diciembre

A diferencia de los días previos, dominados por compras y trámites de última hora, el 31 el foco se traslada fuera de la ciudad. Las playas del sur —desde Punta Hermosa hasta Asia— concentran el mayor flujo de viajes a partir del mediodía.

Según proyecciones de Cabify Perú, la demanda de traslados hacia esta zona se incrementa en más de 250 % frente a un día regular.

Este comportamiento revela una tendencia clara: cada vez más personas optan por no conducir en trayectos largos y prefieren iniciar la celebración sin el estrés del tráfico o la carretera.

La noche toma protagonismo en fin de año

Conforme avanza la tarde, el protagonismo se traslada nuevamente a Lima. Las zonas con mayor oferta de entretenimiento nocturno se convierten en los principales puntos de destino durante las primeras horas de la noche.

Distritos como Miraflores, Barranco y San Juan de Lurigancho registran un aumento cercano al 80 % en la demanda de viajes, impulsado por fiestas, eventos y reuniones para despedir el año. Lejos de disminuir, la movilidad se intensifica conforme se acercan las 12 de la noche.

Madrugada del 1 de enero: seguridad como prioridad

Tras la medianoche, la ciudad no se detiene. Durante la madrugada del 1 de enero, los retornos a casa generan nuevos picos de movilidad que pueden alcanzar hasta 150 % de incremento en zonas clave.

En este horario, la lógica del usuario cambia. La rapidez deja de ser el principal criterio y la seguridad se convierte en un factor decisivo. El uso de aplicativos de movilidad se consolida como una alternativa para evitar la conducción bajo los efectos del alcohol y reducir riesgos en uno de los momentos más sensibles del año.

“La madrugada es un periodo especialmente complejo para la ciudad. La demanda se concentra justo cuando la seguridad no es negociable. Más que trasladar personas, el objetivo es ofrecer trazabilidad y estándares estrictos que ayuden a minimizar riesgos en el retorno a casa”, señala Fausto Liñan, Head of Growth en Cabify Perú.

Administrador de contenidos de Grupo Periodismo en Línea