Los habitantes de Kawasaki, en Japón sacaron en procesión, nada menos que la figura de un pene al mismo que le piden por la fertilidad y el bienestar de los matrimonios.
Se trata del Kanamara Matsuri o «Festival del falo de metal», uno de los eventos más raros del mundo.
Este evento que se remonta a los años 1600, cuenta la leyenda de una mujer que fue poseída por un espíritu maligno que entró entre sus piernas y que con sus afilados colmillos mordió los genitales de los dos esposos que tuvo. Es así que la fémina mandó a fabricar un pene de metal que rompió la toda la dentadura del espíritu que la dejó en paz para siempre.
Al templo del falo, las personas llevan en manos un pequeño falo de metal, el mismo que es rozado por el visitante en una enorme vagina de bronce. Esto le dará fertilidad, suerte con sus relaciones sexuales o con su matrimonio.
Durante el festival se venden camisetas, verduras moldeadas, velas y hasta amuletos sintoístas con la reconocible silueta. El dinero de todo lo recaudado se destina a la investigación del VIH.