La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció el 5 de junio como el Día Mundial del Medio Ambiente para crear conciencia sobre diversos temas ambientales y generar cambios de actitud en la población para tomar acciones ante las amenazas hacia el medio ambiente. No obstante, también vivimos una crisis de pandemia que ha causado muchas pérdidas humanas, inestabilidad económica y un cambio repentino en nuestro estilo de vida.
Oscar Aguinaga, docente de la carrera de Ingeniería Ambiental de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), comentó que los estragos de la crisis climática son tan impactantes o incluso, aún más severos que el daño que viene causando la pandemia del COVID-19. A continuación describe cinco detalles comparativos que quizás no sabías sobre ambas crisis.
- Pérdidas humanas. Desde que el COVID-19 apareció el año pasado, se han registrado un aproximado de 380 mil pérdidas humanas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que los daños en la salud ocasionado por la contaminación del aire generan 9 millones de muertes al año en el mundo. A esa cifra hay que adicionarle las 485 mil muertes al año que se generan por el consumo de agua contaminada en el mundo.
- Recuperación económica. Terminada la pandemia, el mundo entrará en una recuperación económica que permitirá la reactivación de puestos de trabajo, revertir la recesión y que las economías emergentes puedan continuar con su crecimiento. ¿Pero qué pasara con el medio ambiente? Para tener una idea, podemos comparar las circunstancias actuales con la crisis económica del 2008. Durante ese año, las negociaciones para mitigar el cambio climático fueron suspendidas y muchos países flexibilizaron sus regulaciones ambientales para beneficiar a diferentes industrias. Si ocurriese lo mismo durante la recuperación de la economía luego del COVID-19, hay un alto riesgo de tener mayores emisiones y empeorar la calidad del medio ambiente. Sin duda, el país debería evitar que la urgencia de reactivar la economía no tenga como víctima al medio ambiente.
- Estrategias de recuperación: ¿Tenemos una estrategia clara y de fácil aplicación para atenuar la pandemia? Sí, lavarse las manos y el distanciamiento social ¿qué solución esperamos obtener para poner fin a la pandemia? Una vacuna, pero no pasa lo mismo con la crisis climática. No hay una vacuna o distanciamiento social para resolver esta crisis. Existen estudios que indican que el daño ambiental que hemos ocasionado es irreversible y reducir el uso de combustibles fósiles y evitar la generación de gases de efecto invernadero se viene intentando por años, pero hasta ahora no se han obtenido los resultados esperados.
- Conciencia y cambio en el estilo de vida. Las medidas contra la pandemia han generado que la mayoría de los gobiernos establezcan cuarentenas obligatorias o voluntarias, lo cual impulsó que aproximadamente la mitad de la población mundial (3,900 millones de personas) esté en sus hogares. ¿Cuántas personas están dispuestas a cambiar su estilo de vida para enfrentar la crisis climática? Parece que no muchas. La población mundial genera 36 mil millones de toneladas de dióxido de carbono, alcanzando cifras sin precedentes en los últimos 800 mil años y sigue en aumento. Por otro lado, solamente el 9% del plástico generado desde 1950 hasta 2015 ha sido reciclado.
- ¿Qué es lo que debemos entender? El surgimiento de este nuevo virus también está relacionado con el deterioro del medio ambiente. La forma en que los humanos destruyen el hábitat de la vida silvestre permite que las enfermedades pasen de animales a humanos y esto ha generado el 75% de las infecciones emergentes en todo el mundo. Debemos comprender la importancia del cuidado del medio ambiente para no empeorar la situación de la pandemia y tener una activa participación en las acciones que los gobiernos tomen al respecto.
El especialista de temas ambientales de la UPCH resaltó que, si pensamos en una recuperación económica, los paquetes de reactivación deben estar acompañados con regulaciones a favor del cuidado ambiental y con el fomento de tecnología menos dependiente de combustibles fósiles. “Si se destina una enorme cantidad de recursos para preservar la salud de la población durante la pandemia, lo consecuente es seguir invirtiendo en la salud de forma sostenida a través del mejoramiento del ambiente donde vivimos”, finalizó.