Encuentro desinformación
Encuentro desinformación

La desinformación es una amenaza global que afecta a la democracia, la salud y los derechos humanos. Para enfrentarla, se necesita un periodismo de calidad que verifique los hechos, denuncie los engaños y proteja a los lectores.

Ese es el mensaje principal de la III Cumbre Mundial Sobre Desinformación, que se inauguró hoy en forma virtual con la participación de líderes de organizaciones periodísticas de América Latina y el mundo.

El evento, organizado por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), la Fundación para el Periodismo de Bolivia y Proyecto Desconfío de Argentina, tiene como objetivo compartir experiencias, herramientas y buenas prácticas para combatir la desinformación en diferentes ámbitos, desde la política hasta la ciencia.

El presidente de la SIP, Michael Greenspon, destacó en la sesión inaugural la importancia de fomentar un periodismo de calidad como antídoto contra las noticias falsas y recordó el llamado de la Declaración de Salta por la unidad de todos los actores que luchan contra los flujos de la desinformación.

Renán Estenssoro, director ejecutivo de Fundación para el Periodismo de Bolivia, se refirió en particular a la situación de su país, en donde la desinformación proviene en gran parte de funcionarios públicos que buscan crear desconfianza que, a su vez, conduce a la polarización de la sociedad.

También recordó que a menudo “a las personas no les importa o no caen en cuenta” que son falsas las informaciones que propagan o comparten.

El fundador de Proyecto Desconfío de Argentina, Adrián Pino, señaló que la Cumbre Sobre Desinformación en los últimos años ha demostrado que “si unimos fuerzas nuestra capacidad de impacto puede ser mayor”.

En el primer panel de la conferencia, Juan Torres, gerente del programa Desarmando a la Desinformación del Internacional Center for Journalists (ICFJ), dijo que su programa cuenta con un apoyo de 3,8 millones de dólares por tres años de la Fundación Scripps Howard, lo cual le ha permitido investigar las estrategias utilizadas para desinformar y, también, entrenar a periodistas en cómo contrarrestarla.

Daniela Mendoza, directora general de Verificado México, se refirió a la oferta de oportunidades, servicios y promesas falsas que reciben centenares de miles de inmigrantes que arriesgan su vida para llegar a Estados Unidos. Agregó que la impunidad es la norma ya que las víctimas de los engaños en muchos casos no presentan denuncias legales y, además, siguen empeñados en su travesía.

Olivia Sohr, coordinadora de Proyectos en Chequeado, Argentina, aseguró que “entender las tendencias y a los actores detrás de la desinformación, nos ayuda a desarrollar mejores estrategias”.

Agregó que los grupos de intereses particulares aprovechan todos los temas sensibles de la sociedad para explotarlos en su beneficio. La capacidad de detectar el financiamiento de estas campañas es crítico, aseguró.

Por su parte, Jacqueline Sordi, de la revista Questão de Ciencia de Brasil, afirmó que la desinformación ha cobrado vidas mediante campañas falsas sobre temas de salud. Al respecto denunció a una empresa con sede en Estados Unidos que se dedica a la venta “de protocolos de salud falsos que son muy rentables”.

Administrador de contenidos de Grupo Periodismo en Línea