Arequipa se encamina a recuperar su flujo turístico previo a la pandemia. Uno de sus principales atractivos, el Monasterio de Santa Catalina, espera cerrar el 2025 con aproximadamente 235 000 visitantes, según informó Javier Velarde, administrador del recinto.
De este total, se estima que el 60 % será turismo extranjero, con una participación destacada de franceses (13 %), españoles (7 %), italianos (7 %) y británicos (5 %).
Sin embargo, Velarde advierte que el turismo en Arequipa sigue siendo vulnerable ante conflictos sociales: las recientes protestas de mineros artesanales, con bloqueos en la Panamericana Sur (Chala y Ocoña), afectaron significativamente la llegada de visitantes.
Modernización, mantenimiento y nuevas experiencias culturales
Durante 2024, el monasterio ejecutó importantes trabajos de acondicionamiento. Se impermeabilizaron 2000 metros cuadrados de techos, incluyendo el de La Pinacoteca, y se alistan mejoras estructurales en las bóvedas.
Asimismo, se han habilitado cinco nuevas salas temáticas dedicadas a figuras religiosas como Sor Ana de los Ángeles, Sor Juana de Arias («la Bolivianita»), Madre Ropa, Corazón de Jesús y la sala de Espiritualidad Femenina.
Para 2026 se proyecta continuar con la apertura de más ambientes culturales e históricos.
Tarifas accesibles y estrategias para atraer al turismo nacional
El monasterio implementó un esquema tarifario diferenciado para peruanas y peruanos. El último domingo de cada mes, los visitantes nacionales pagan solo S/10, mientras que niños pagan S/5.
Además, la atención se suspenderá el 25 de diciembre por motivo de Navidad. Estas acciones buscan incentivar el turismo interno en temporada baja, particularmente durante noviembre y diciembre, que suelen tener menor afluencia internacional.
